La leyenda inmortal de Scheherazade de Las mil y una noches toma un giro moderno en esta singular propuesta del coreógrafo Alonzo King, quien proyecta su magia usual con un dinamismo enérgico y fluido en combinación con elementos dancísticos del Medio Oriente y de otras fuentes no occidentales. Una escenografía y vestuario minimalistas permiten concentrar toda nuestra atención directamente sobre los extraordinarios bailarines que toman parte de este espectáculo, incluyendo a David Harvey como el sultán y a Lauren Keel como la protagonista epónima.
Para la música, el compositor Zakir Hussain acude a la partitura icónica de Rimski-Kórsakov escrita en 1888 —a su vez, la base del opulento ballet de Michel Fokine presentado por los Ballets Rusos en 1910— para generar un nuevo paisaje sonoro inmersivo que incorpora instrumentos tradicionales persas. La música profundamente evocativa de Hussain contribuye a hacer de este espectáculo uno «al mismo tiempo sensual y distante, cálido y frío» (The Guardian).