En la escena de Covent Garden de Londres, encuentra a los bailarines del Royal Ballet en estas dos magníficas coreografías. En primer lugar, una suite para cinco parejas de bailarines, Dances at Gathering, de Jerôme Robbins: «he creado un ballet suficientemente clásico con una música démodé, pero con un firme objetivo. En cierta forma, es una rebelión contra las manías actuales. Me preguntó qué hay acerca de la conexión, el amor, la celebración de las cosas positivas». La música de Chopin es interpretada por el inmenso pianista Robert Clarkes.
La velada prosigue con una obra de Cathy Marston especialmente concebida por el Ballet Real de Londres: The cellist. Esta pieza, inspirada por la vida pública y privada de la violonchelista Jacqueline Du Pré, aquella que Paul Tortelier apodaba «la Ginette Neveu del violonchelo», quien comenzó sus primeros estudios en Londres antes de una gran carrera fulgurante, truncada por la enfermedad. La elegancia y la sobriedad de un homenaje caracterizan esta coreografía depurada, acompañada por la orquesta de la casa en obras de Mendelssohn, Schubert y Elgar, efigies de la belleza del repertorio para el violonchelo.
