¿Se le puede dar un giro al Cascanueces, uno de los cuentos de Navidad más entrañables y conocidos de la historia? ¡Para Wayne Eagling y Toer van Schayk del Dutch National Ballet es posible!
En 1996, Van Schayk y Eagling presentan su poderosa versión de uno de los ballets clásicos por excelencia y retoman el nombre original del cuento de E. T. A Hoffmann en el que se basó Alexandre Dumas (a cuya versión acudieron Chaikovski y Petipa para el Cascanueces que todos conocemos), instaurando así en su país una nueva tradición, propia y original, de la historia del juguete, su batalla contra el Rey ratón y la ensoñadora Clara, aquí encarnada por Anna Tsygankova quien —según De Telegraaf— «brilla como una joya en el rol titular. Hermosamente lírica, ligera y musical, como llevada de la mano por el mismo Chaikovski».
Ambientado a principios de los 1800 durante la fiesta de San Nicolás, este hermoso Cascanueces transforma en cierto momento el salón de la casa de la familia en un bosque nevado, ¡e incluso lleva a los bailarines a patinar sobre los canales de Ámsterdam congelados por el frío invierno decembrino!