Entre 1917 y 1962, se encarga a Picasso la creación de la escenografía de nueve ballets, en colaboración con artistas como Jean Cocteau, Erik Satie, Igor Stravinski, Claude Debussy, Léonide Massine y Vaslav Nijinsky. Descubra dos de estos ballets en su totalidad, El tren azul y El sombrero de tres picos, así como un documental que indaga en los orígenes de esta colaboración.
El tren azul se representó por primera vez en 1924 y El sombrero de tres picos en 1919. Creados originalmente por Sergei Diaghilev, estos dos ballets históricos fueron adaptados al gusto de la época por el Ballet de la Ópera Nacional de París en 1994.
El tren azul es una opereta bailada sobre una sociedad a la que le gusta el lujo. Jean Cocteau, el guionista, quería, en efecto, burlarse del culto a la vida al aire libre, al deporte y a la filosofía del «mens sana in corpore sano». Los bailes encuentran su inspiración en el golf, el tenis, la natación y la gimnasia. El sombrero de tres picos, por su parte, se inspira en la cultura hispana. Picasso, nacido en Andalucía, crea para El sombrero de tres picos escenografía, vestuario y un telón de boca que evoca una escena del folklore español. La historia narra con humor y benevolencia las peripecias de la esposa de un molinero, de su marido celoso y del magistrado senil encargado de su denuncia.
