La joven pianista francesa comienza interpretando el Humoreske de Schumann, op. 20: una obra frecuentemente pasada por alto, pero lúdica e inspirada; una obra maestra del compositor que alude —aparentemente— a su ídolo literario Jean Paul. «He estado al piano durante toda la semana, componiendo y escribiendo, y riendo y llorando al mismo tiempo», escribía Schumann a su esposa Clara, haciendo hincapié en que «esta situación» es adecuadamente evocada en su Humoreske. El concierto continúa con las Variaciones serias de Mendelssohn, op. 54, escritas en honor a Beethoven y consideradas como la contribución más importante del compositor al repertorio del piano.

Fotografía: © Sylvain Gelineau Photographism