La Orquesta del Festival de Budapest —que festeja su 30º aniversario— es ya reconocida como una de las formaciones más importantes de Hungría y del mundo, según Gramophone. Bajo la batuta experta de Iván Fischer, la OFB presenta un programa dedicado a dos compositores austriacos, con dos obras conocidas por su «incompletitud».
La Octava de Schubert, la «Inconclusa», fue escrita en 1822 y consta (muy probablemente por voluntad del compositor) solamente de dos movimientos que —expresivos y cargados de melodía y color— dibujan una sinfonía sin los dos movimientos finales convencionales; para algunos, se trata de la primera sinfonía con tintes románticos. La Novena de Bruckner (1896), con su estética austera, se alza sin embargo como una obra maestra de acentos metafísicos y se trata de su última sinfonía, cuya composición se vio interrumpida por la muerte de su creador.