Para su primera colaboración con la Orquesta Filarmónica Checa, el aclamado sir Simon Rattle dirige obras de dos grandes favoritos del público, empezando por el compatriota del ensamble: ¡Antonín Dvořák! Basado en una balada folclórica de K. J. Erben, el poema sinfónico La rueca dorada cuenta con música una historia macabra de engaños, violencia, magia y venganza. Luego, la magnífica mezzosoprano Magdalena Kožená y el tenor Simon O'Neill se suman a este concierto de celebración con La canción de la tierra de Mahler.
Calificada por Leonard Bernstein como «la más grande sinfonía de Mahler», esta obra fascinante cargada de originalidad permite atestiguar la fascinación del compositor por la poesía china gracias a la adaptación en música de los versos de Li Bái (701-762) y Qián Qi (710-782) traducidos al alemán por Hans Bethge. Instrumentos inusuales dentro de la orquesta sinfónica —como la celesta y la mandolina— colorean una obra sin embargo menos ambiciosa en cuanto al exotismo, como dedicada a la contemplación de la belleza del mundo en general: «La tierra respira el silencio y el sueño/Todos los deseos aspiran al sueño [...] Los pájaros se acurrucan en las ramas/El mundo se queda dormido...».
