Una lluvia y luego otra parecieron anunciar las dos obras maestras de Bach y Schumann que resonarían en la piedra romana de 2,000 años de antigüedad del Teatro romano de Orange, al sur de Francia, en este recital histórico de Evgeny Kissin acontecido en julio de 2001.
Esa noche, el prodigio descubierto por Herbert von Karajan en 1988 quitará el aliento a un público de 4,000 personas con su interpretación de un espejo musical alemán con la Toccata, Adagio y Fuga, BWV 564 de Johann Sebastian Bach —para el pianista, «el alfa y el omega»— frente a la Primera Sonata para piano en fa sostenido menor de Robert Schumann, una obra de desbordante pasión juvenil. ¡Mira la segunda parte aquí, con música de Músorgski y una serie de encores absolutamente increíble!
Dentro del espíritu festivo de la 30ª edición de las Nouvelles Chorégies, Kissin ofrece, en la encrucijada entre juventud y madurez, este concierto al aire libre de un intimísimo casi imposible.
Desde el Teatro romano de Orange
Royal Albert Hall