«Tres piezas nocturnas; el final, día luminoso. Como fundamento de todo, el primer movimiento», escribe Mahler al crítico suizo Wiliam Ritter para describir la Séptima Sinfonía (obra enigmática y a veces ignorada), aquí en la interpretación de Gianandrea Noseda frente a la National Symphony Orchestra desde el afamado Kennedy Center.
La Sinfonía n.º 7 de Mahler es una obra maestra de contrastes, una juxtaposición de luz y oscuridad conocida también como «Canción de la noche», si bien no por el compositor. Ritmos marciales son sucedidos por pasajes más líricos; giros entre mayor y menor abundan; y un ominoso inicio del primer movimiento se torna en radiante alegría hacia el final de la obra. El espíritu innovador de la partitura se expresa por su brillante y atrevida orquestación, con el corno tenor presentando la melodía del primer solo mientras el suave sonido de la guitarra y la mandolina caracterizan el cuarto movimiento. Además, indica el compositor técnicas instrumentales radicales, como la instrucción a los violonchelos y contrabajos de tocar fffff en los pizzicatto del tercer movimiento «tan fuerte que la cuerda golpee en la madera». ¡Prepárate para un torbellino de emociones en este viaje musical!