En 1970, Kurt Masur es nombrado director musical de la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, un cargo que ocupará por 26 años. Durante décadas llevará disciplina técnica e irreprochable expertise a las salas de conciertos de todo el mundo, pero es a Leipzig —y a la orquesta que bajo su batuta se convertiría en una de las mejores del mundo— a donde el director elegirá regresar, esta vez como director emérito, para un concierto en honor de su octogésimo cumpleaños.
Para este gran concierto en 2017, Kurt Masur diseña un programa variopinto y exquisito que resulta en una auténtica vuelta al mundo: desde su natal Alemania, la obertura de Las alegres comadres de Windsor de Otto Nikolai y una obra coral-orquestal poco conocida de Brahms abren el programa; luego, una de las Danzas eslavas de Dvořák, la Mazurka de la ópera Halka del polaco Moniuszko y el Capricho italiano de Chaikovski nos alejan hacia el Este... De vuelta a Francia, Carmen de Bizet y El aprendiz de brujo de Dukas; cruzando el Atlántico, el «Mambo» de West Side Story de Leonard Bernstein y selecciones de Porgy and Bess de Gershwin; para culminar en Brasil, con una chispeante orquestación de 'La chica de Ipanema'.