En este archivo de 1977, el famoso violista Donald McInnes se une a la Orquesta Nacional de Francia y a Leonard Bernstein para interpretar la Sinfonía en cuatro partes con viola principal de Berlioz, mejor conocida como Harold en Italia.
Tres años después del estreno de su revolucionaria Sinfonía Fantástica, Berlioz recibe una petición personal del propio Paganini: «Tengo una viola maravillosa, me dijo, un instrumento admirable de Stradivarius, y me gustaría tocarla en público. Pero no tengo música ad hoc. ¿Le gustaría escribir un solo de viola? Solo confío en usted para este trabajo», cuenta Berlioz.
Berlioz se pone por tanto a escribir, y Paganini insiste rápidamente en ver el progreso de la composición. Sin embargo, se siente muy decepcionado por el lugar de la viola en relación con la orquesta («¡No es eso!», exclamó, «me callo demasiado tiempo ahí; tengo que tocar todo el tiempo»). Berlioz sigue entonces las recomendaciones del violinista y compositor italiano, y la obra se estrena en 1834 con Chrétien Urhan como solista. Paganini no la escucha sino hasta 1838 y se siente emocionado y admirado. Le envía incluso unos días después una carta para felicitarle, acompañada de un cheque de 20,000 francos.