Dos virtuosos de la guitarra presentan un programa cuyas dos partes no podrían ser más diferentes. En la primera, un arreglo de las Variaciones Goldberg de Bach, originalmente escritas para el clavecín e inmortalizadas tanto en este instrumento como por los más grandes pianistas, revela con transparencia y aparente simplicidad el poder y la adaptabilidad de la música de Bach más allá del instrumento. En la segunda parte, tres piezas de Albéniz y de Turina contrastan en época y estilo con las Goldberg, pero completan un recital de un lirismo mágico que pone a este dúo único bajo los reflectores.