En su adolescencia, Lucas Debargue cambió por un momento su pasión musical por la literaria; regresando al piano eventualmente en 2010. Cinco años después, su nombre era pronunciado en los concursos y las salas de conciertos más prestigiosos del mundo. A su paso por el XV Concurso Chaikovski en 2015, obtendría el Cuarto Premio y el codiciado Premio de la crítica, en parte gracias a su prestación de intrincada Gaspard de la nuit de Ravel. En 2016, desde la Fundación Louis Vuitton en París, el pianista demuestra nuevamente un dominio ejemplar de la línea melódica, del toque y de todos los retos de esta demandante obra maestra de Maurice Ravel.