«Suena como si llegara a nosotros desde otro mundo», escribiría Gustav Mahler antes del estreno de su Segunda Sinfonía. «Creo que no habrá quien pueda resistirse. Subyuga hasta lo más profundo y luego eleva a las alturas, como ascendiendo en las alas de los ángeles». Este concierto cuenta con la dirección de Vasily Petrenko al frente de la Royal Philharmonic Orchestra interpretando la bellísima sinfonía de Mahler en el Royal Albert Hall, con la soprano Elizabeth Watts y la mezzosoprano Jennifer Johnson («nada menos que sublime», Bachtrack) como solistas.
Son pocas las obras que, como la Sinfonía «Resurrección» de Mahler, logran impactar emocionalmente al escucha en este mismo grado, desde el solemne primer movimiento, a la delicada canción «Urlicht» y el conmovedor movimiento final con la entrada del coro en pianissimo, antes del apoteósico final descrito así por el compositor: «No hay ni castigo ni recompensa. Un amor sobrecogedor nos ilumina».