«Yo mismo lo considero como lo mejor que, hasta ahora, he escrito en mi vida», escribe Mozart a su padre a propósito de su Quinteto para piano y vientos en mi bemol mayor. Con 26 años, un joven Beethoven se inspira en esta obra para su propio Quinteto para piano, oboe, clarinete, corno y fagot, también en mi bemol mayor. ¡Estas dos obras en yuxtaposición cobran en manos de los solistas miembros de la Filarmónica de Israel toda su dimensión teatral: un momento de enorme virtuosismo!
A mitad del concierto, Mozart y Beethoven ceden el escenario del magnífico Zucker Hall a Erwin Schulhoff, compositor y pianista checoslovaco descubierto muy joven por Antonín Dvořák. Schulhoff fue de los primeros compositores en interesarse seriamente en el jazz, y su Divertimento da al programa un toque dadaísta dentro del clasicismo.
Orquesta Filarmónica de Israel
60° aniversario de la Orquesta Filarmónica de I...