Uno de los pianistas más venerados de su generación, Nicholas Angelich, ofrece aquí una trepidante interpretación del magnífico Concierto para piano n.° 5, «Emperador», de Beethoven en la increíble sala la Seine Musicale, en los suburbios de París. Compuesto en la Viena de 1809 asediada por Napoleón, esta obra maestra para piano y orquesta fue estrenada en 1811 por Friedrich Schneider y dedicada al archiduque Rodolfo de Austria, benefactor y alumno de Beethoven. Aquí, Nicolas Angelich aborda la obra junto a Laurence Equilbey dirigiendo a su Insula orchestra. Después de un travieso encore por parte de Angelich, una de las Kinderszenen (Escenas de la infancia) de Schumann, el ensamble regresa al escenario para interpretar una de las obras más formidables de la literatura sinfónica: la Séptima de Beethoven. Escrita apenas dos años después del «Emperador», esta sinfonía rítmica e intensa, con sus movimientos primero y último triunfantes y su conmovedor Allegretto, es una de las partituras más entrañables de Beethoven, descrita como «la apoteosis de la danza» por Richard Wagner.