Simon Rattle y la Berliner Philharmoniker celebran el Año Nuevo con un programa de música rusa.
Cada año en Berlín, se lleva a cabo un ritual inmutable: la Berliner Philharmoniker celebra el Año Nuevo con un concierto especialmente festivo. En 2007, quien presidía las celebraciones era su director musical Simon Rattle, con un programa dedicado a la música rusa.
El programa incluía los celebérrimos Cuadros de una exposición de Músorgski, orquestada por Ravel, y su deambular en imágenes jalonado del retorno regular del tema del «Paseo». La orquesta interpreta el preludio de La Jovánschina, también de Músorgski, esa ópera que narra una revuelta contra el Zar a finales del siglo XVII.
Extractos de la ópera El príncipe Igor de Borodín, las Danzas polovtsianas (que toman su nombre del pueblo turcófono en el que se desarrolla la acción) se presentan aquí en la versión de Rimsky-Korsakov, en la que los instrumentos de la orquesta sustituyen a los coros. La Segunda Sinfonía, bautizada como «Épica» por el propio autor, completa muy oportunamente estos bailes ya que la obra se compuso en la misma época, y a partir de materiales que no se habían utilizado en la ópera.
El final del concierto nos aleja del contexto del «Grupo de los Cinco» (formado en San Petersburgo en 1860 en torno a Balakirev), al que pertenecían estos dos compositores heraldos de la renovación de una música nacional rusa. Simon Rattle opta en el bis por un baile del ballet La edad de oro de Chostakovich: «etwas kurz, schnell und verrückt» (una pieza breve, rápida y enloquecida), no sin antes haber expresado sus mejores deseos al público berlinés.