La amistad de Neville Marriner con el clavecinista y musicólogo Robert Thurston Dart, forjada durante los años de guerra, resultó decisiva en la historia de la música británica. Formaron un dúo de violín y clavecín, así como el Jacobean Ensemble, despertando el interés del público con sus programas de música de cámara antigua y moderna. La Academy of St Martin in the Fields, a menudo con la enérgica presencia de Bob Dart al clavecín, contribuyó de manera perdurable a lo que los críticos bautizaron como el renacimiento de la música antigua.
Durante los años de formación de la Academy, Marriner dirigía desde su silla de primer violín. El fundador, que siguió clases de dirección con Pierre Monteux, ocupó cada vez más el atril de director a medida que el grupo amplió su primer núcleo de once cuerdas y clavecín. El golpe perfectamente claro de Marriner y su precisión rítmica derivaban de su intransigente búsqueda de perfección, además de la larga experiencia que había adquirido descifrando los gestos arácnidos de envejecidos directores desde su atril de violinista en la London Symphony Orchestra.
En este extracto, a medida que se despliega la obra, los músicos de Marriner trascienden las sustanciales dificultades superficiales de la composición, propulsadas por una potente mezcla de preparación y espontaneidad cargada de adrenalina para alcanzar lo sublime en la partitura de Beethoven.
