Uno de los más destacados bajo-barítonos de nuestro tiempo, Bryn Terfel, vuelve al escenario de La Scala de Milán, con un recital muy personal. El galés guió al público en un viaje al mundo romántico, a través de un repertorio francés de lieder de las Islas Británicas.
"Para mí, es una especie de viaje al fondo de la memoria", dice Terfel. "He elegido canciones que fueron de las primeras que canté en el conservatorio. Mi primer profesor de canto fue Arthur Reckless y, durante los primeros tres años, no me dejó cantar ningún aria de ópera, sólo canciones porque él creía que la voz aún no estaba lo suficientemente desarrollada. Yo era demasiado joven, quizás ingenuo".
Entre los trabajos que estudió intensamente estaban los del compositor inglés del siglo XX, John Ireland. Un escritor icónico, según él, que "escribió bellísimas canciones para los bajo-barítonos. Fiebre de Mar es el sinónimo de jóvenes estudiantes y es la primera canción que aprendí".
Desde sus estudios, hace 30 años, Terfel ha trabajado con el aclamado pianista escocés, Malcom Martineau. Los recitales son todo un desafío. Un arte de contar historias con una excelente técnica y claridad textual.
"Lo maravilloso de Bryn es que tiene una gran voz, pero también es capaz de cantar muy suave y él se atreve a hacerlo. Le gusta el poder de las grandes obras, pero también la delicadeza de las cosas verdaderamente suaves, utilizando las palabras y haciendo que el público preste verdadera atención", dice el pianista Malcom Martineau.
Uno de sus compositores de lieder favoritos es el genio austríaco Franz Schubert, que escribió más de 600 canciones durante su corta vida. Schubert interpretó muchas de ellas en piano, junto a Johann Michael Vogl, un cantante que influyó e inspiró su obra.
"Malcolm y yo fuimos a Kremsmünster, Steyr, Salzburgo y Viena para seguir el camino de Schubert y su barítono Michael Vogl, para tener un conocimiento de este magnífico compositor", relata Terfel.
Para Martineau "Schubert era un genio metiéndose en el espíritu del personaje sobre el que escribía. Yo llamo a Schubert el Shakespeare de la música. Entendía todo. Entendía a las mujeres, a la gente mala, a la gente buena y sabía cómo retratarlos"
"Este recital te transporta a la esencia de la interpretación. Tú y tu pianista en el escenario, solos… No hay orquesta, no hay coros, no se maquilla nada, no hay disfraces. Solo se trata de las canciones y la poesía", concluye Terfel.
En este Música puede escuchar extractos de las siguientes piezas:
In this Musica you can hear abstracts from the following pieces:
Franz Schubert: Cantar sobre el agua D 774; Grupo desde el Tártaro D 583; Letanía para el Día de Todos los Santos D343
John Ireland: Fiebre de Mar