Conoce la rica historia de la Orquesta Sinfónica de Bamberg, dirigida desde 2016 por el fabuloso Jakub Hrůša, a través de los testimonios de aquellos que han contribuido a su vigencia e influencia. Fundada poco después de la Segunda Guerra Mundial por Joseph Keilberth —quien fuera su director principal desde 1949 hasta 1968—, la Orquesta de Bamberg es el resultado de una ingeniosa mezcla entre la tradición alemana y la cultura checa. Estuvo originalmente conformada por músicos exintegrantes de la Orquesta Alemana de Praga, refugiados de Checoslovaquia, que hoy perpetúan esta tradición multicultural en parte adjudicable a su sonido único y a su asombroso éxito.
En este documental, sus integrantes actuales comparten su apego a esta orquesta sui generis, considerada como una de las mejores formaciones alemanas de nuestra época, evocando el famoso e inimitable «Sonido Bamberg», que es lo que la hace tan especial. Su director musical, Jakub Hrůša, explica: «Mi visión de cómo debe hacerse la música orquestal se guía siempre por, al menos, dos principios: uno es que la música de orquesta debe siempre hacerse de la manera más cercana posible a las virtudes de la factura de la música de cámara, esto significa que todos en el escenario se sientan como una parte del espíritu común de lo que se está haciendo, de tal manera que nadie se sienta como solamente una parte de motor, por así decirlo, sino que todos y cada uno son tan importantes como los seres humanos que son. Creo firmemente que una orquesta no es un mecanismo, sino un organismo. Es realmente como el cuerpo humano, donde lo que hace la mano derecha está siempre conectado con la izquierda. Muchas agrupaciones y ensambles musicales comparten el principio de formar parte de una máquina, y yo pienso que es más bien como ser un grupo de seres humanos […] Considero que no es común, y aquí sí lo encuentro; es, de esta manera, mi relación con la orquesta cada vez más significativa y hermosa».