Un baile que es como un abrazo apasionado … El tango: famoso por su sensualidad, su poder de seducción y su erotismo.
“Es una danza de a dos, son dos personas que están abrazadas y hay un código, que el hombre que conduce tiene que invitar a la mujer a hacer determinados movimientos”, explica el bailarín, coreógrafo y profesor Jorge Firpo.“Pero el hombre tiene también que dejarse llevar por la cadencia de la mujer. Tiene que haber una comunión, una comunicación armónica entre los dos cuerpos”
Al igual que Firpo, Aurora Lubiz es bailarina y coreógrafa desde hace casi treinta años.
Improvisación, creatividad, imaginación son tres conceptos clave para ser un buen tanguero.
Para Aurora, el secreto del tango es bien sencillo. “Ahí está el secreto: cuando yo llegué por primera vez a una milonga, una milonguera maravillosa me dijo: ‘Aurora, vos tenés que caminar como caminás en la vida; para bailar tango no necesitás más que eso. Y pensar en el ser humano que te está abrazando”. “El tango es un pensamiento triste que se baila”, decía Enrique Santos Discépolo, uno de sus legendarios compositores.
Aurora, en cambio, intuye en el tango una gran amalgama de sentimientos. “Yo creo que son muchos los pensamientos que se pueden bailar: son pensamientos tristes, de alegría, de traición, de dolor, de encuentro, de despedida…la vida misma, ¿no?”. “Cuando yo logro abrir mi corazón, abrir la piel, y poder encontrarme con otro ser humano… ahí me parece que está la magia del encuentro; el encuentro de dos seres humanos, ¿sabés?, se produce porque vos te mirás profundamente dentro de los ojos, y estás haciendo el amor”.
El tango surgió a finales del siglo XIX en los márgenes del Río de la Plata. Sus antecedentes son europeos, hispanoamericanos y africanos, pero se fusionan de tal forma que resulta imposible distinguirlos. El baile se extiende por burdeles y garitos de barrios pobres de Buenos Aires, como la Boca, atestado de inmigrantes italianos y españoles. La Iglesia Católica lo condena, y la policía lo prohíbe por incitar al escándalo. Hoy, decenas de miles de amantes del género cultivan su pasión en las milongas en todo el mundo.
“Los argentinos estamos muy apegados al barrio, al café, al bar, al lugar donde nos reunimos para hablar de fútbol, de política, queremos resolver el mundo…”, explica Jorge Firpo. “Hay lugares, ámbitos: la familia, los padres, la madre, los amigos de la infancia. El poeta que ha escrito las letras del tango se remite a hablarnos también de todas esas cosas. El tango nos define, define nuestra cultura, yo no sé si podría vivir sin el tango”.
Especial agradecimiento a El Querandi (“Nuestro tango”) y La Faena Hotel Universe (“Rojo tango”), que amablemente permitieron Euronews grabar algunos momentos de su espectáculo.