Entre bastidores de la creación del «Cuarteto de cuerdas para helicóptero» de Karlheinz Stockhausen: lo soñó y lo hizo. Karlheinz Stockhausen es el compositor de todos los superlativos: es «el más» (loco, fecundo, exigente, comprometido, innovador, radical, extravagante…). Se le recordará como un maestro de la música electro-acústica y de la espacialización del sonido, como lo demuestra este documental dedicado al estreno mundial, el 26 de junio de 1995, en el Festival de Holanda, de su «Cuarteto de cuerdas para helicóptero».
No es un gag. Karlheinz Stockhausen lo soñó y lo hizo: escribió una partitura para cuarteto de cuerdas, cuyos músicos (en esta ocasión el Cuarteto Arditti) tocan cada uno en un helicóptero, mezclando Stockhausen en tierra su música que se retransmite a la sala. Las palas de los helicópteros forman evidentemente parte de la experiencia. El director Frank Scheffer nos invita a participar en la preparación de esta experiencia «borderline»: un trabajo colosal de ensayos con la participación de la marina holandesa, que facilitó helicópteros y pilotos. Con una cámara instalada en una quinta maquina, sobrevolamos Ámsterdam con los helicópteros «músicos». Mágico. Un «concierto que no es del todo como los demás: después del aterrizaje, cuando los miembros del Cuarteto Arditti entran en la sala para recibir el aplauso del público, no han escuchado lo que han tocado.