Por mucho tiempo, la directora de orquesta Nathalie Stutzmann se había mantenido alejada del famoso Boléro de Ravel: «Algo faltaba en mí para comprender esta pieza [...] Había escuchado versiones con mucho color, y en ocasiones muy hermosas, pero nunca percibía su lado oscuro, el drama detrás de la obra». Y esto fue así hasta que un amigo musicólogo le presentó la partitura original para ballet, con ciertas diferencias en la orquestación. Intrigada, Stutzmann trabajó la obra con profundidad hasta estar segura de que era el momento de dirigirla. Este documental de Hilan Warshaw sigue a la directora en su emocionante aventura, acompañada de la excelente Atlanta Symphony Orchestra.
Festival de Verbier 2016