600 músicos en el escenario, no por casualidad a la Octava Sinfonía de Mahler se la conoce como la Sinfonía de los Mil.
La Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela ha dado una serie de conciertos en el festival de Salzburgo, presentando una de las obras más impresionantes de Gustav Mahler. Dirige el maestro Gustavo Dudamel. "Para un director es una oportunidad única de tener a tal cantidad de profesionales interpretando esta música tan increíble, confiando en tí y en que les vas a dirigir correctamente. Es un momento mágico".
La orquesta, creada en 1978 por el maestro José Antonio Abreu, es conocida en todo el mundo por su sonido único. "Hemos aprendido mucho de la cultura europea, cosa muy natural cuando te dedicas a la música clásica. Pero nosotros la hacemos a nuestra manera. Toco percusión en la orquesta y desde ahí puedo escuchar un tremendo sonido, la unión y la pasión por supuesto. Y se pueden ver los instrumentos de cuerda tocando como una ola", asegura el percusionista Luis Trejo.
La orquesta es parte del sistema de educación musical legendario en Venezuela conocido como el Sistema. Los niños aprenden un instrumento de forma gratuita con el fin de mantenerlos alejados de las calles. Cerca de 400.000 jóvenes participan en dicho sistema. Y muchos de ellos provienen de las clases sociales más desfavorecidas.
Kenneth Jones Madrid es violinista: "Una vez que uno entra en El Sistema, forma parte de una hermosa familia. No solo tocas música maravillosa, además compartimos muchas experiencias".
Solo los mejores llegan a la Orquesta Simón Bolívar, el buque insignia del programa. La mayoría de los músicos tocan juntos desde hace casi dos décadas. Es un fuerte vínculo entre la orquesta y el director de 32 años. "Somos hermanos y hermanas. Para mí, algunos de ellos son como mis hijos. La orquesta tiene un carisma especial. Se siente una conexión humana única porque en otras orquestas los miembros proceden de conservatorios y de países diversos, pero la Orquesta Simón Bolívar es diferente. Todos venimos de la misma escuela, tuvimos a los mismos maestros, exactamente con la misma técnica. Al unir la técnica y el factor humano y el amor y la pasión… Hemos creado una especie de terremoto. Yo soy uno más. Soy parte del grupo. Somos uno. Nos convertimos en un solo cuerpo".