Cuando Jacques Loussier, pianista y compositor francés se presentó en el club The Subway (Colonia, Alemania) con una camisa roja y una cerveza en mano, el sonido que salió de su piano fue uno absolutamente inesperado. El año es 1997, y Loussier ya ha consolidado una reputación increíble como músico de jazz. Supo combinar exitosamente su pasión por la música de los clásicos con su virtuosismo como improvisador, y fue nada menos que con Bach, con quien selló los fundamentos de un género único y nuevo que ha vendido hasta la fecha más de 7 millones de discos.

Claramente, esta combinación mágica tenía un público que la esperaba, y Loussier dedicó el resto de su vida a presentar este repertorio en giras alrededor del mundo, interpretando y renovando sus melodías en la intersección de estos dos estilos tan sofisticados cada uno, como eventualmente flexibles.

En esta captación a solo, la técnica excepcional del pianista, su personalidad y su inventiva revisten una vez más esta música celestial con un velo nuevo y todavía intrigante.