Una noche de abril de 1673, en la rue de Vaugirard de París, espectadores curiosos descubren la primerísima ópera francesa en un frontón convertido en teatro. La primera tragedia lírica de la dupla Lully — Quinault cosecha un éxito inmediato.
La producción de Cadmus et Hermione de Benjamin Lazar y Vincent Dumestre corta la respiración: una experiencia onírica ofrecida por solistas, bailarines, coro y orquesta de Le Poème Harmonique en un ambiente iluminado con velas, una gran atención a los detalles y a la sutileza con una interpretación musical exquisita...
Fotografía: © E. Carecchio