Die ersten Menschen cuenta la historia del linaje de Adahm (Adán) y Chawa (Eva), de acuerdo a la narrativa del Génesis, profundizando en los aspectos implícitos de la historia. Kajin (Caín) y Chabel (Abel) desean ambos a la misma (y única) mujer: su propia madre. Como producto del inquietante contenido de la obra, el público reaccionaría escandalosamente en 1920. Pero la ópera de Stephan es, sobre todo, la representación psicológica de impulsos humanos que, en magistrales interpretaciones por artistas excepcionales como Kyle Ketelsen, Leigh Melrose, Annette Dasch y John Osborn, transforman la escenografía primaveral de la acción en poesía visual y musical puras. Los comienzos de la historia de la humanidad parecen evocar el célebre primer verso de La tierra baldía de Eliot: «Abril es —en efecto— el mes más cruel».