Descubre esta joya del repertorio operístico rara vez interpretada, en vivo desde la Opéra Bastille en París: ¡Œdipe de George Enescu, con libreto de Edmond Fleg, inspirado en Sófocles!
Para componer esta obra maestra, Enescu combina de hecho dos tragedias griegas de Sófocles y cuenta así la historia completa de Edipo (encarnado a la perfección por el barítono Christopher Maltman), y no solo el trágico episodio a través del cual es conocido el personaje.
«Estamos contando la historia de un ser humano, [...] toda su vida, de principio a fin», explica el director de escena Wajdi Mouawad. «Edipo es un tabú, la personificación de un castigo» (impuesto por su padre, Layo; un excelente Yann Beuron), quien habrá de causar la desgracia de su madre, la reina Yocasta (una maravillosa Ekaterina Gubanova). Cuando se presentó la tragedia de Sófocles, la ciudad de Atenas fue azotada por una plaga: «Hay que imaginar un ciudad mermada, donde Apolo dice "se ha cometido un crimen, y tiene que haber un correctivo". Y entonces resulta que el rey, quien dirige la investigación, es de hecho el culpable del crimen que persigue». Este conocido episodio de la mitología, que ha permeado profundamente en nuestra cultura, psicología y hasta en nuestro idioma, encuentra aquí en Enescu otra narrativa, sutil pero cargada del peso del simbolismo que la impregna. Así, la historia de Edipo y las leyendas que su figura ha suscitado se revelan tan pertinentes hoy como en la Antigüedad.
Los impresionantes vestuarios de Emmanuelle Thomas, la escenografía sobria de Emmanuel Clolus, y los talentosos solistas en esta producción contribuyen —todos— a sumergir al espectador en un mundo fantástico y finalmente atemporal.
Fotografía © Elisa Haberer