En Zúrich, Un Barbero de Sevilla lleno de animación y de humor, con una Rosina de ensueño
Filmado en abril de 2001 en la Ópera de Zúrich, este Barbero de Sevilla es un excelente Rossini. La puesta en escena de Grischa Asagaroff está repleta de hallazgos y de humor: la escenografía, un gigantesco abanico (normal, estamos en Sevilla) que gira sobre sí mismo facilita la «producción» de los gags, y la transposición a los años treinta, con un vestuario idóneo, side-car y patinete, es de lo más efectista.
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