Al final de su vida, György Ligeti soñó con musicalizar la genial novela de Lewis Caroll. No lo logrará, pero uno de sus alumnos tomará el reto algunos años más tarde. En 2002, la compositora coreana Unsuk Chin recibe el encargo de parte de la Ópera de Baviera y escribe su primera ópera: una interpretación personal de Alice in Wonderland, a cuyo libreto añade dos de sus propios sueños. Chin explica: «Quise que el mundo de los sueños fuera la realidad dentro de mi ópera». En su partitura se reconocen numerosas referencias a otros compositores como Ravel, Händel, Elgar, Stravinski y Puccini, así como la participación de percusiones insuales y efectos sonoros con botellas, despertadores, una tetera, cuchillos y tenedores. Alice in Wonderland fue estrenada en Múnich en junio de 2007 bajo la batuta de Kent Nagano, con Sally Matthews en el rol titular y Gwyneth Jones como la Reina de corazones, con un éxito apabullante. La puesta en escena de Achim Freyer nos sumerge en un mundo entre los sueños y la realidad animado por los movimientos de acróbatas y marionetas.
© Fotografía: Wilfried Hösl
Orquesta Filarmónica de Berlín