Thierry Malandain ocupa el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián para un espectáculo dedicado al estilo neoclásico, una disciplina muy querida del coreógrafo normando, comenzando por La siesta de un fauno, con música de Claude Debussy inspirada por el texto epónimo del poeta hermético Stéphane Mallarmé, bailada con sensualidad por Arnaud Mahouy. Dos obras que no podrían ser más distintas siguen a esta joya del Impresionismo musical francés.
En 1819, el alemán Carl Maria von Weber compone Invitación a la danza, un vals para piano que, por petición de la Ópera de París, será más adelante transcrito por Berlioz bajo el título Le spectre de la rose. La interpretación de Miyuki Kanei y Daniel Vizcayo de la coreografía de Malandain es a la vez tierna e inquieta, un reflejo del sueño descrito en el poema de Théophile Gautier que da título a la pieza.
Lo romántico da paso a arreglos de canciones del pasado por Vincent Dumestre y su ensamble, Le Poème Harmonique, en un estreno del Malandain Ballet Biarritz titulado Une dernière chanson. Déjate maravillar por la elegancia de los movimientos de los bailarines y por la sensibilidad artística y el respeto con el que estas músicas tan diversas son tratadas en este sorprendente tríptico.