Para Agnès Santi (La Terrasse), «la escritura [de esta pieza] traza una historia humana llena de tensiones y contrastes que se desarrolla entre el deseo de belleza y el dolor de vivir, entre el sueño de un mundo armonioso y la realidad de una vida sin horizonte».
Ejecutada con la maestría característica del Malandain Ballet Biarritz, la coreografía pulcra y precisa de Malandain navega por las emociones expresadas con intensidad y precisión por Beethoven en su Sinfonía «Pastoral» y otras dos de sus obras: la Música incidental para «Las ruinas de Atenas» y la cantata «Mar tranquilo y buen viaje», op. 112, y las encarna en el impecable trabajo de los 22 miembros del cuerpo de ballet con una energía cinética que evoca el mundo beethoveniano, encarnando su más profundo espíritu de armonía serena e idílico idealismo, nota por nota, paso por paso.
Malandain Ballet Biarritz