Cuando el coreógrafo francés Marus Petipa subió al escenario para saludar al público después de una función de La bayadera, dijo a Chaikovski, quien estaba presente en la sala: «¡Si tan solo el más grande compositor ruso pudiera escribir para nuestro teatro!». Y de esta unión artística nacieron algunas de las piezas más hermosas del repertorio, entre ellas El cascanueces. Desde entonces, este ballet ha desafiado al paso del tiempo y se ha convertido en uno de los más populares del mundo. Su fama y reconocimiento en el extranjero se los debe a Balanchine, quien en 1954 lo revisitara con su propia compañía, el Ballet de Nueva York. El realizador Alan Skog captura la representación anual de este título inmortal en 2011 desde Nueva York, ¡una captación que le valió una nominación a los Premios Emmy en 2012!
Amandine Albisson, Mathieu Ganio, François Alu ...
Piotr Ilich Chaikovski – Margot Fonteyn, Michae...