En la primera línea de las bailarinas más reverenciadas del siglo XX, Margot Fonteyn renace gracias a estos espléndidos archivos, donde aparece junto a Michael Somes en los tres grandes ballets de Chaikovski.
Un programa compuesto hábilmente, que ilustra los elementos clave de la pareja Fonteyn/Somes, y en particular los extractos del Lago de los cisnes y de La bella durmiente. En la interpretación de estos dos bailarines, la coreografía muy inspirada por el paso a dos del segundo acto del Lago de los cisnes es un verdadero dúo de amor. La Odette de Margot Fonteyn es toda ella de palpitante vulnerabilidad, y Somes un protector ardiente y atento. ¡La transformación de Margot Fonteyn en la zalamera Odile del tercer acto es todavía más cautivadora! Puede que no tenga la malicia sugerente de la Odile de Maya Plisetskaya, pero su encanto glacial está a años luz de la fragilidad de su Odette. Somes está perfecto en el papel de su víctima hechizada y desamparada.
Aurora era el papel fetiche de Margot Fonteyn. Sadler’s Well y ella hicieron su triunfal debut americano en 1949 con el ballet de La bella durmiente. Le preocupaba un poco este acontecimiento, y escribió este testimonio: «Estaba absolutamente segura de no ser el tipo de bailarina que iba a gustar en Nueva York. Estaba aterrorizada». Estos temores se disiparon rápidamente, ya que el público de Nueva York acogió extasiado la representación de los londinenses. En la grabación televisada de 1959, todavía se reconoce la juventud exuberante que tanto atrajo a los espectadores diez años antes. La entrada de Margot Fonteyn en el primer acto era siempre un hechizo, y lo es todavía más aquí. Para el gran paso a dos del tercer acto, su caballero, Somes, está totalmente en sintonía con ella, convirtiendo este paso en lo mejor del ballet.
El cascanueces no estaba en el centro del repertorio de Margot Fonteyn, como tampoco para otras bailarinas Étoiles, el Hada de azúcar solo aparecía en el segundo acto, y solo bailaba el gran paso a dos, pero cuando vemos a bailarines como Fonteyn y Somes interpretar la fascinante coreografía de Ivanov con la maravillosa música de Chaikovski, entendemos porqué estos papeles son tan codiciados por los grandes bailarines.