Un programa íntegramente dedicado a Bartók, con el violinista Gidon Kremer y el violista Yuri Bashmet, dos de los artistas más prodigiosos de nuestra época.
La Suite de danzas de Béla Bartók es una obra orquestal compuesta en 1923 con motivo del cincuentenario de la unión de Buda, Pest y Óbuda. Se invita a tres compositores para celebrar este evento: Béla Bartók compone la Suite de danzas, Ernő Dohnányi la Obertura de festival y Zoltán Kodály, su Psalmus Hungaricus. Rechazando toda forma de nacionalismo, Bartók se inspira libremente en la música folclórica rumana, árabe y húngara.
Dedicado al violinista Stefi Geyer, el Concierto para violín y orquesta n.° 1 es uno de los dos concertos que Bartók compuso para el violín. Su forma se aleja de la división clásica del concerto en tres movimientos y opta por una forma rapsódica en dos partes contrastadas, una lenta y la otra rápida. Si bien la obra fue escrita en 1907, fue publicada solamente a título póstumo en 1959 gracias a Paul Sacher.
En julio y agosto de 1945, Bartók compone el Concierto para viola y orquesta, pese a estar en la fase terminal de una leucemia. Este concierto, que quedó inacabado, es la última obra del compositor húngaro. Su alumno Tibor Serly completará la partitura en 1949. El Concierto para viola y orquesta es estrenado en 1950 por la Orquesta Sinfónica de Minneapolis, bajo la batuta de Antal Doráti con William Primrose, patrocinador de la obra, como solista.
Para concluir este concierto dedicado a Bartók, Pierre Boulez, a la cabeza de la Orquesta Filarmónica de Berlín, interpreta El mandarín maravilloso, un ballet pantomima en un acto, compuesto en 1918 y 1919. En la época de su estreno, la partitura causó escándalo debido a su temática cruda y abiertamente erótica.