La intempestiva muerte del pintor Víktor Hartmann en 1873, de apenas 39 años de edad, sumió a su amigo Modest Músorgski en una profunda tristeza. Cuando el renombrado compositor visita en San Petersburgo, tiempo después, una exposición con obras de Hartmann, siente la necesidad de capturar la experiencia con música y, tres semanas después, compone Cuadros de una exposición, uno de los ejemplos más importantes de lo que llamamos música programática. A lo largo de diez movimientos o secciones, la música describe las pinturas, así como el acto solo de caminar en los pasillos de la exposición («Paseo»), un tema recurrente en la partitura y ampliamente conocido.

La inmensa pianista Khatia Buniatishvili interpreta la obra en su totalidad en esta joya captada en 2015 en el Centro Internacional de la Cultura y las Artes de Kiev, ¡una ciudad que, por cierto, está representada en la última parte de los Cuadros! Con comentarios sobre arte y cultura por parte de la artista ucraniana Sasha Korban y del alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, Buniatishvili compone una interpretación poética y virtuosa de la evocativa obra maestra del compositor ruso.