2011. Año Franz Liszt. Para celebrar el bicentenario del nacimiento del compositor húngaro, los discos dedicados a su obra florecieron a lo largo del año. El de Khatia Buniatishvili, joven pianista de 24 años, fue uno de los más destacados... Habitual del Festival de Verbier, en esta ocasión regresa a la edición de 2011, con mayor éxito que nunca, para un recital construido en torno a la Sonata en si menor de Liszt y a Chopin, el otro gran pianista del Romanticismo. Un clásico que le permite dotar de una atmósfera onírica a la sala de la Iglesia de Verbier, y cosechar la ovación del público con la popular Cuarta balada del compositor franco-polaco.
Más insólita y sorprendente es la elección de Khatia Buniatishvili de continuar con piezas de Stravinski y Prokófiev luego de las de los dos monstruos del piano de la generación de 1810. Pero la música rusa es muy querida para la pianista nacida en Georgia y su perfecta técnica no tiene nada que temer a su efectismo. La muy moderna Séptima Sonata de Prokófiev, cuya toccata recuerda a la música jazz, hace eco del humor entusiasta en los tres movimientos de Petrushka de Stravinski.
Fotografía: © Nicolas Brodard
