«Una sinfonía debe ser como un mundo entero... Lo debe contener todo», diría Mahler a Sibelius, lo que dice mucho sobre su filosofía musical. Y su Sinfonía n.º 2 se basa justamente en esta idea, trascendiendo las convenciones de la música de su tiempo, comenzando por una instrumentación que requiere órgano, instrumentos de metal fuera del escenario y un ensamble de percusiones adicional a la orquesta sinfónica. Se trata de un viaje musical que comienza con un primer movimiento fúnebre transfigurado en un Andante con melodías de inspiración folclórica, continuando con un mordaz Scherzo y la meditativa canción «Urlicht» («Luz primigenia») para alto, concluyendo con una sección amplia y profundamente dramática. La extraordinaria Marin Alsop dirige a la Orquesta Sinfónica Nacional de la Radio Polaca y al Coro Juvenil Nacional de Polonia —con la soprano Janai Brugger Gerhild Romberger (mezzosoprano) como solistas— en esta esperada prestación de la sinfonía, conocida también por su revelador subtítulo «Resurrección».

Fotografía © Radosław Kaźmierczak