Una Sinfonía n.° 2 de Mahler exaltante con Riccardo Chailly y la Gewandhausorchester Leipzig. Grabado en mayo de 2011 en la suntuosa sala del Gewandhaus Leipzig, este concierto demuestra una potencia orquestal fuera de lo común, así como un dominio perfecto del grupo coral. Una vez más, Riccardo Chailly lleva a la Gewandhausorchester a cumbres de musicalidad.
Su amor por Mahler, cuyas Sinfonías ha dirigido en múltiples ocasiones (en particular ese año 2011, que conmemoraba el centenario de la muerte del compositor) le infunden sin cesar, a lo largo de esta sinfonía, una energía enloquecida, un poder de comunicación casi transcendental con los músicos, perfectamente en consonancia con el tema de esta sinfonía «Resurrección». De hecho esta Sinfonía n.° 2 también era una de las obras más apreciadas por el añorado Claudio Abbado, del que Riccardo Chailly fue asistente en la Scala.
La Sinfonía n.° 2 de Gustav Mahler, a menudo atormentada y estruendosa con sus explosiones de platillos y sus cuerdas enloquecidas, es como un largo camino (dura casi una hora y media) desde la sombra hacia la luz. La voz de Sarah Connolly en el Urlicht hace maravillas. Se une a su voz la de la soprano Christiane Oelze y la de tres coros (el Rundfunkchor Berlin, el MDR Rundfunkchor Leipzig y el Gewandhaus Chor) en el último movimiento, en consonancia con el coro final de la Novena Sinfonía de Beethoven.
