Como en su interpretación de la Primera Sinfonía, su lectura de la Segunda granjeó a Solti los mayores elogios. El eminente especialista de Elgar Jerrold Northrop Moore encontró la palabra adecuada a propósito del poder de lectura de Solti en su crítica de la grabación Decca, de nuevo para Gramophone: «Las sinfonías de Elgar no son solo el centro de la expresión de su compositor: concentran la expresión sinfónica de toda una época, incluso de una nación. Por supuesto, es algo que parece más evidente retrospectivamente, con la madurez, por lo que resulta particularmente pertinente por parte de Solti transmitirlo cuando se encuentra en el punto cumbre de su experiencia. Expresa de manera memorable estos elementos esencialmente internacionales, ofreciendo en lo que a mí respecta una experiencia profundamente satisfactoria». En realidad, lo que Solti hizo fue situar a Elgar en el centro del mismo universo expresivo que Mahler y Richard Strauss, dos compositores de los que era uno de los más ilustres intérpretes. El resultado fue revelador, James Malllinson, uno de los productores de su disco, hizo un comentario brillante sobre la relación entre Solti y las sinfonías de Elgar: declaró en una entrevista que estas sinfonías eran «completamente ajenas a su universo, y de repente ahí estaba dirigiendo maravillosos Elgar. Las dos sinfonías figuran entre sus mejores grabaciones, porque creo que estaba totalmente abierto cuando abordó a Elgar [...] Llegaba sin ninguna idea preconcebida, contentándose con leer esta música [y] es muy útil escuchar a alguien como Elgar dirigir sus propias obras».
Leer másEuropakonzert 1999, Cracovia
Staatskapelle Berlin