El chispeante y grandioso septeto de Beethoven combina elegancia estructural con gracia melódica, ofreciendo la oportunidad perfecta para los solistas de la Orquesta del Festival de Lucerna de conversar en un momento imperdible de camaradería artística y virtuosismo puro.
¿Cómo se convirtió Beethoven en el gran sinfonista que fue? Esta obra maestra de la música de cámara escrita en 1799 da cuenta de la evolución creativa que lo conduciría al escalón más alto entre los compositores más extraordinarios de la historia. Al borde del siglo XIX, el septeto se aventura a combinar instrumentos de cuerda y de viento a la manera, en cierta forma, de una orquesta en miniatura. Beethoven funda así un nuevo subgénero en la para el repertorio para ensambles al que contribuirán más tarde Franz Schubert, Johannes Brahms y Jean Françaix con sus espectaculares nonetos, octetos, sextetos y quintetos.
Los siete virtuosos instrumentistas interpretan para redondear el programa el Divertimento «Nannerl» de Mozart, escrito en 1776 en celebración de la onomástica de su amada hermana Maria Anna. La obra es todo lo festiva, lúdica y no obstante sustancial que debe ser, ¡tal como un buen champagne!