«Es probable que el concierto por la Caída del Muro de Berlín sea el más importante en la historia de nuestra orquesta», declara Rudolf Watzel, contrabajista de la prestigiosa formación.
Entre el inicio y el final de la construcción de la sala Berlin Philharmonie, de 1960 a 1963, un muro se levantó a la vez para separar la capital alemana en dos. Y, aunque la sala de conciertos se encontraba a pocos metros de la frontera entre Berlín del Este y Berlín del Oeste, durante décadas la música gloriosa que sonó en el recinto solo fue escuchada por la mitad que vivía en la parte occidental de la ciudad... Esto, por supuesto, hasta la Caída del Muro el 9 de noviembre 1989.
Solo tres días después, Daniel Barenboim dirigió a la Filarmónica de Berlín en un concierto gratuito exclusivo para los habitantes de lo que era la parte oriental de la ciudad al presentar simplemente una identificación en la entrada. Y ese día —para muchos, el primero—, berlineses se formaron desde las 4 de la madrugada para escuchar a Daniel Barenboim interpretar el Concierto para piano n.° 1 de Beethoven, seguido de una rendición impecable de la Séptima Sinfonía del mismo compositor: «Una elección puramente práctica», según el director y pianista, pues en aquel momento se encontraba allí grabando la obra; pero que, inevitablemente, remite al heroísmo de los movimientos primero y cuarto, como al intenso dramatismo del segundo, lo que definitivamente conmovió a cada asistente a este evento absolutamente histórico.
A treinta años de distancia, este documental revela imágenes conmovedoras tanto del concierto como entrevistas con Daniel Barenboim, miembros de la Filarmónica de Berlín, asistentes al concierto, y el primer alcalde del Berlín reunificado: Walter Momper.