En 2011, la Filarmónica de Los Ángeles y su director musical Gustavo Dudamel abrían su temporada con un homenaje a la música de George Gershwin, que sin embargo, sigue siendo relativamente desconocido para los amantes de la música clásica. Ya que si An American in Paris y la Rhapsody in Blue están presentes con regularidad en el programa de las salas de conciertos, el repertorio del compositor sigue encerrando grandes tesoros que es preciso dar a concoer. Es lo que muestra Gustavo Dudamel al dirigir esta Apertura, compuesta a partir de un clásico cubano, Échale salsita. "Fui a los bastidores para beber un pequeño mojito", bromea el director al micrófono, "para recrear un poco mejor el ambiente real que tendremos esta noche con esta música asombrosa". Y es que la música de Gershwin es polifacética y si se reconocen en ella fácilmente acentos de jazz, no hay que olvidar que también se inspira en gran parte en ritmos latinoamericanos.
Y como había que "homenajear" a George Gershwin, la Filarmónica de Los Ángeles no quería hacer las cosas a medias y decidió honrar esta Rhapsody in Blue, verdadera obra maestra del repertorio, con uno de los pianistas más grandes del jazz en la actualidad: Herbie Hancock. Un éxito indudable, aclamado por la audiencia del Walt Disney Concert Hall, que también pudo disfrutar de Herbie Hancock solo en su piano interpretando dos magníficas rarezas firmadas por Gershwin: Embraceable You y Someone To Watch Over Me. Durante quince minutos en el Walt Disney Concert Hall, el tiempo se detuvo. Los músicos de la Filarmónica de Los Ángeles se callaron y una luz azulada inundó la sala...
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