The Jazz Messengers puede ser identificada, probablemente, como la dinastía más importante del universo del jazz. Habiendo iniciado a principios de los 50 como un colectivo de músicos que buscaban atravesar límites, se convertirán finalmente en un ensamble icónico hasta el año de 1990, cuando muere su baterista, fundador y líder Art Blakey. Músico prolífico por cuenta propia, Blakey ganara fama durante la época del bebop, colaborando con leyendas como Dizzy Gillespie, Thelonious Monk y Charlie Parker. Pero será en la energía juvenil de The Messengers donde su creatividad podrá realmente explotar; en palabras de Art: «Sí, señor. Me quedo con los jóvenes. Y cuando los jóvenes envejezcan, conseguiré a otros más jóvenes. Así es como se mantiene activa a la mente».
A través de los años, The Jazz Messengers colaborarán con artistas como Wayne Shorter, Freddie Hubbard, Keith Jarrett, Terence Blanchard y los músicos y pedagogos Wynton y Branford Marsalis. Para este concierto captado en 1963 en el teatro Olympia, The Messengers se acompañan de Wayne Shorter como director, justo un año antes de su partida cuando se unió a Miles Davis en el llamado Second Great Quintet. Cedar Walton en el teclado y un joven Freddie Hubbard en la trompeta dan una muestra del fuego virtuoso en sus interpretaciones. Blakey, inimitable —y quien influyó con su estilo como baterista no solamente en el jazz norteamericano, sino también en músicos africanos, como el fundador de Afrobeat, Tony Allen—, está aquí al centro de una de las mejores prestaciones de The Jazz Messengers.