En el año 49 A.C. Julio César y Pompeyo luchaban por el poder. Cuando César triunfó y conquistó Egipto, Pompeyo derrotado busca la ayuda de Tolomeo, el hijo del aliado de su padre. Pero, en vez de ayudarlo, Tolomeo da la bienvenida a César con la cabeza de su rival como ofrenda. César queda abatido por el gesto de Tolomeo, ya que planeaba hacer las paces con Pompeyo. Cornelia se lamenta por la muerte de su esposo mientras que Sesto jura vengar a su padre. Por su lado, Cleopatra planea ganar el favor de César para controlar el poder de su hermano Tolomeo, con quien debe compartir el trono de Egipto.
Aquiles lleva la noticia de la ofensa de César a Tolomeo, quien decide no confiar nunca más en el emperador. Aquiles promete matar a César a cambio de la mano de Cornelia en matrimonio. Cleopatra, por su lado, disfrazada de Lidia, va al encuentro de César, quien cae perdidamente enamorado de ella, pero la pareja es interrumpida por Cornelia y Sesto, quienes desean recuperar la espada de Pompeyo. Juntos deciden ir al palacio de Tolomeo. Sin embargo, en cuanto el rey egipcio ve a Cornelia se enamora de ella y decide encarcelarla, rompiendo así la promesa con Aquiles.
Esta ópera fue estrenada en 1724 por la Real Academia de Música de Londres, cuando el mismo Händel era su director. El carñacter innovador de esta puesta en 2005, con su escenografía y vestuario coloniales, transportan la acción al Egipto del siglo XIX, ocupado por los ingleses. La dirección de McVicar es cómica y logra mantener la dimensión trágica de la obra original. Una de las más hermosas obras compuestas por Händel, bajo la batuta de William Christie y con dos solistas excepcionales: Sarah Connolly, quien da vida al poderoso pero justo César y Danielle De Niese, quien expresa su fascinación por el personaje de Cleopatra gracias a la alternancia entre las profundas arias y las burlas.