Wagner compone Rienzi en Dresde en 1842 tras la lectura de la novela Rienzi, el último tribuno romano (1835) de Edward Bulwer-Lytton. Joven romano del siglo XIV, Rienzo se alzó contra la corrupción de las clases dominantes en Roma hasta el punto de levantar al pueblo que lo aclama como su nuevo tribuno. Un recorrido espectacular que parece haber sido diseñado para convertirse en el tema de una tragedia, de una novela, de una ópera... Cuando Wagner se apodera de la historia de este héroe medieval, todavía es joven y está buscando su estilo.
La puesta en escena de Jorge Lavelli es moderna, se aleja del fasto de la Gran ópera del siglo XIX y adopta una escenografía sencilla. Volviendo a lo esencial, Lavelli restituye a esta larga partitura su fuerza y concede un lugar central a los cantantes. En este contexto estalla el canto inteligente de Torsten Kerl.
Fotografía: © Tommaso Le Pera