Un digno y justo homenaje a una verdadera estrella del firmamento clásico: música, palabras y silencio se intercalan en este concierto dedicado a la memoria del gran Claudio Abbado, el visionario director fallecido el 20 de enero de 2014. La Orquesta del Festival de Lucerna rinde tributo a su fundador, amigo devoto y artista consumado con un programa cargado de simbolismos que comienza con el primer movimiento de la Sinfonía «Inconclusa» de Schubert con el podio vacío.
Además, el actor Bruno Ganz lee una conmovedora selección de poemas de Hölderlin, un favorito del director italiano. Luego, su sucesor Andris Nelsons e Isabelle Faust al violín —admirada por el director— recuerdan al maestro con el Concierto para violín de Alban Berg, «A la memoria de un ángel». Nelsons y la estupenda Orquesta del Festival de Lucerna cierran este programa con el último movimiento de la Tercera Sinfonía de Mahler, un viaje desde el más suave pianissimo hacia el triunfo más intenso. «En su ausencia», escribe Fiona Maddocks para The Guardian, «Claudio Abbado no podría haberse sentido más presente».