La Sonatina op. 137 n.° 3, D. 385, interpretada por el gran Pinchas Zukerman y Marc Neikrug al piano.
Durante sus estudios en el conservatorio de Tel Aviv, Pinchas Zukerman llama la atención del violinista Isaac Stern y del violonchelista Pablo Casals que le permiten perfeccionarse en los Estados Unidos en la prestigiosa Juilliard School. Pero es un primer premio en el 25º Concurso Internacional Leventritt el que lanza definitivamente su carrera. Tocando junto a los músicos más brillantes de su generación (Daniel Barenboim, Itzhak Perlman, Vladimir Ashkenazy o Jacqueline Du Pré), Pinchas Zukerman está aquí acompañado por Marc Neikrug, pianista y compositor, en una interpretación de la Sonatina op. 137 n.° 3 de Schubert, obra de 1816 que demuestra la maestría en el plano de la composición y la sensibilidad artística del joven compositor que solo tiene entonces 19 años.
La delicadeza del tacto de Zukermann y la elegancia pianística de Marc Neikrug se unen de maravilla y subrayan toda la riqueza de esta obra en la que las entonaciones melódicas, cercanas al Lied, tienen el encanto de lo natural y de lo obvio; donde la voluptuosidad de las armonías introduce al público en un espacio cerrado y amortiguado, el espacio de la música de cámara.
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