Seis años antes de su nombramiento como director de la Filarmónica de Berlín y sucesor a Claudio Abbado, sir Simon Rattle se perfilaba ya como un director propositivo y audaz con este programa fascinante en el que presentaba la suite de la última de las «tragedias líricas» de Rameau: Les Boréades, un testamento teatral de sofisticada exuberancia instrumental que en su orquestación resume y, al mismo tiempo, exacerba las formas y el estilo del periodo barroco francés. Berlioz (¡quien muy joven había entrado en contacto con el tratado de armonía de Rameau!) desafía con la Sinfonía Fantástica la forma clásica germana de la sinfonía con una behemente obra programática de una orquestación que combina los instrumentos de cuerda, madera, metal y percusión no solamente con fines de variedad en color tímbrico, sino también melódico, entrelazando frecuentemente entre las diferentes secciones de la orquesta una única melodía que se transforma según los requerimientos de un libreto sin palabras que bajo el subtítulo de «Episodios de la vida de un artista» narra el viaje opiáceo de un artista atormentado por el amor.

Fotografía: Sir Simon Rattle © Oliver Helbig