Dominique Delouche sale al encuentro de Monique Loudières, una de las bailarinas de mayor talento de su generación.
Nacida en 1956, Monique Loudières se forma en la Escuela de Danza de la Ópera de París de 1967 a 1972, antes de entrar en el cuerpo de baile a los 16 años. Tres años después, a los 19 años, aborda sus primeros papeles con La bella durmiente (donde interpreta al Pájaro Azul), El espectro de la rosa y Aureola.
El encuentro con Rudolf Nureyev en 1981 es un acontecimiento determinante: el coreógrafo ruso ofrece a la joven bailarina la oportunidad de demostrar su valía en Don Quijote. Después de esta representación, Monique Loudières es nombrada bailarina estrella. A partir de entonces, multiplica las apariciones en los principales escenarios internacionales.
Invitada por el Boston Ballet, la Scala de Milán, el Ballet de Hamburgo, el Ballet de Stuttgart, la Staatsoper de Berlín, o el Sadler's Wells Royal Ballet, Monique Loudières interpreta todo el repertorio clásico y neoclásico, con una predilección por las grandes heroínas dramáticas como las de los ballets Gisela, Romeo y Julieta, Manon, Nuestra Señora de París o Eugenio Oneguin.
